El interiorismo japonés es un estilo que está cada vez más de moda, y es que si hay algo que los japoneses saben hacer muy bien es crear espacios armónicos y relajantes. De hecho, sus principios de decoración y diseño a la hora de crear espacios se basan en la búsqueda de estos principios.
Con el estilo de vida que llevamos actualmente, tener un hogar que nos invite a relajarnos y sentir confort es más importante que nunca.
Si hablamos de interiorismo japonés, tenemos que explicar que es la teoría Danshari y cuales son sus principios más importantes.
La cultura japonesa siente un gran respeto por la naturaleza, y esto se ve reflejado en las diferentes facetas artísticas y de diseño. Si a esto le sumas la sencillez y el minimalismo, nos da como resultado las bases del interiorismo japonés.
Teoría Danshari
Se basa en la búsqueda de una vida sencilla y tranquila y cómo nuestro hogar nos influye en cómo nos sentimos. Seguro que has escuchado más de una vez que tu casa es el reflejo de cómo eres, o de cómo estás.
Lo que se pretende en el interiorismo japonés es que crear espacios minimalistas, donde el orden es uno de los pilares. Tener espacios libres de muchos obstáculos y objetos y primar tener sólo lo que es necesario.
La decoración Zen, no sólo nos habla de una tendencia de decoración, es un estilo de vida, en el que se busca la paz interior y relacionarnos más con nosotros mismos. Es la búsqueda del bienestar en el ser y no en el tener.
Reglas básicas en la teoría Danshari:
Es una técnica basada en la creencia japonesa de la importancia de rechazar el acto de acumular lo que no necesitamos y trabajar el desapego. No sentir apego por cosas que no son útiles y saber deshacernos de ellas.
No guardes lo que no te hace feliz. Si donamos, regalamos o tiramos aquello que no necesitamos y no nos hace felices, dejamos espacios vacíos, que son perfectos para dar espacio a lo nuevo.
Estanterías y armarios con espacios vacíos. No llenar nunca los estantes, los cajones, dejar en torno a un 20% del espacio libre, da sensación de calma. Además, cuando llenamos todos los espacios, siempre hay cosas que no encontramos y acabamos por ni recordar que tenemos.
Aprovechar el espacio vertical. Disponer las cosas verticalmente hace que sean más fáciles de encontrar y nos obligan a acumular menos enseres en un mismo espacio.
Regla de dos movimientos: Lo ideal es que todo lo podamos coger con sólo dos gestos, nada de cajas dentro de cajas y armarios repletos de bolsas, neceseres… que hacen que haya que rebuscar para encontrar algo. La idea es que las cosas estén accesibles y no tener que perder tiempo buscándolas.
No acumular lo que no usamos. Según este principio es un error guardarlo por si acaso… ya que sin darnos cuenta acabamos guardando más de lo que necesitamos y acumulamos cosas que nunca vamos a usar. Además, la mayoría de las cosas que guardamos por si acaso, acabamos por olvidar que las tenemos.
Mantener el orden y la limpieza. Es fundamental para sentirnos bien en nuestro hogar mantener un espacio ordenado y limpio. Tener la costumbre de mantener las cosas en su sitio y no caer en el desorden.